miércoles, 16 de noviembre de 2011

Heterobasidion annosum (Fr.) Bref.: patógeno de la raíz.

DESCRIPCIÓN.
Heterobasidion annosum es un hongo basidiomiceto -perteneciente al orden Aphyllophorales, de la familiaPolyporaceae- que provoca podredumbres de raíz y tronco en los árboles que coloniza.
Este patógeno del suelo ataca principalmente a coníferas, y se encuentra muy extendido por las regiones templadas del hemisferio norte sobre especies de Pinus, Picea, Abies, Cedrus, Pseudotsuga y Thuja; no obstante, también aparecen citas sobre especies de frondosas como roble, abedul, alerce, aliso y haya.
En países de Norteamérica y de Europa septentrional, central y del este está considerado como un peligroso patógeno que provoca la muerte de pies y la disminución de volumen maderable en masas forestales objeto de aprovechamientos selvícolas.
En España se ha localizado principalmente sobre Abies pinsapo Boiss. en las tres áreas de distribución natural de la especie en la península  Ibérica: la sierra de las Nieves (Málaga), de la sierra de Grazalema (Cádiz) y de los Reales de sierra Bermeja (Málaga). Asimismo, aparece citado como agente implicado en el proceso de decaimiento de Abies alba MilI. en el Pirineo aragonés, donde recientemente se ha diagnosticado sobre pies dePinus nigra Amold.




CICLO BIOLÓGICO.Heterobasidion annosum se reproduce tanto de forma sexual como asexual. Las esporas en la fase perfecta se producen en los basidiocarpos y forman basidiosporas; en la fase asexual, las esporas se producen en los conidios, formando conidiosporas. El hongo expulsa activamente las basidiosporas al aire, mientras que las conidiosporas, al ser sésiles, deben ser liberadas por el viento, la lluvia o los animales.

El hongo puede vivir durante muchos años como saprófito en las raíces de los tocones infectados, pero cuando H.annosum se comporta como patógeno infecta a los árboles sanos en pie mediante las basidiosporas. Estas esporas son un componente común en las masas de coníferas, al menos en los bosques europeos, y cuando el tiempo es templado y seco se encuentran en ellos suspendidas en el aire.
El inicio de la enfermedad se produce principalmente cuando las esporas sexuales, producidas en grandes cantidades en los cuerpos de fructificación, entran en contacto con la superficie de tocones recién cortados o de las heridas de poda. El patógeno también puede introducirse mediante esporas que al llegar al suelo infectan las heridas que pueda haber en la base del tronco o en las raíces.
Una vez establecida la infección, el hongo coloniza las raíces sanas de otros pies próximos por contacto con las enfermas.
Algunos factores del medio pueden influir en la propagación y conservación de H. annosum en el suelo. Se ha comprobado que el crecimiento óptimo del micelio ocurre en suelos ácidos, con pH entre 4 y 5,5. La fertilidad, las fluctuaciones en el nivel freático y la sequía temporal también lo favorecen. La temperatura óptima para su desarrollo son los 22,5 ºC, siendo los meses de junio, julio, agosto y septiembre aquellos en los que más se ve favorecido su desarrollo. Por otra parte, existen algunos componentes fenólicos de las resinas que tienen efecto inhibidor sobre el crecimiento del hongo.

DAÑOS.
Heterobasidion annosum produce una pudrición progresiva del sistema radical, pudiendo causar la muerte del árbol.
Los síntomas externos que se asocian a la presencia de este patógeno son: existencia de pies con falta de crecimiento, caída general de acículas, clorosis y resinación en la parte inferior del tronco. En el monte se observan pies que van muriendo por zonas circulares sin causa aparente; alrededor de un árbol muerto se encuentran otros con palidez del follaje, que acaban también por morir.
A nivel del cuello de la raíz se pueden encontrar receptáculos fructíferos del hongo, aunque generalmente aparecen muy escondidos bajo la hojarasca. Los basidiocarpos suelen aparecer también en los tocones después del apeo de los árboles atacados y en la base de los troncos. Asimismo, la corteza de las raíces infectadas se desprende con facilidad, dejando a la vista una película de micelio blanco entre la madera y la corteza.
La pudrición radicular de los árboles enfermos ocasiona problemas de anclaje, por lo que normalmente en las zonas afectadas aparecen  jemplares derribados por la acción del viento o la nieve.
Se considera un patógeno de difícil detección en campo, ya que generalmente los pies infestados muestran la parte aérea asintomática. Este parece ser el motivo de las escasas citas bibliográficas existentes sobre su presencia en la península Ibérica.

MÉTODOS DE CONTROL Y TRATAMIENTO.
Al igual que con la mayoría de hongos, no existen tratamientos curativos efectivos contra esta enfermedad, por lo que hay que recurrir a tratamientos preventivos orientados a impedir el contagio de las plantas sanas.
Por tanto, los métodos de lucha se centran en las dos formas anteriormente comentadas de propagación del patógeno: intervención sobre las basidiosporas e intervención sobre la propagación subterránea.
La intervención sobre las basidiosporas consiste en evitar que entren en contacto con los tocones y las heridas de poda, para lo cual es recomendable prescindir de cortas y podas en los meses de mayor dispersión de basidiosporas. Si ya hubieran germinado, hay que impedir que el micelio los colonice y se propague, lo que se puede conseguir mediante tratamientos químicos tóxicos o que actúan como barrera física, aplicados sobre la superficie de corte. Para el mismo fin existen tratamientos biológicos, como la inoculación artificial de microorganismos competidores de H. annosum.
En lo referente a la intervención sobre la propagación subterránea, los tratamientos se basan en la destrucción de las raíces a través del destoconado de pies afectados sacando los tocones del monte con la mayor rapidez posible o aislando las parcelas afectadas del resto mediante zanjas de unos 50 cm de profundidad y anchura, que se rellenaran con cal viva.

INFORMACIÓN: 
www.redforesta.com

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